lunes, 7 de septiembre de 2009
Tenía otro nick y todo, pero ya se me pasó el arranque místico. Estoy acá, alojada en el lindo diseño de Cdg.
martes, 4 de agosto de 2009
martes, 23 de junio de 2009
martes, 9 de junio de 2009
sin pilín
"Ahora que se cortó el pito la que no se quiere casar con él es su novia!!!!!"
"a bueh!! yo me la corto si me tengo q casar por obligacion y este se la corta porq no lo dejan casar!! jajajaa"
"MENTIRA, SE CORTÓ LA VERGA PORQUE LE QUERÑAN REGALAR UN CARNET DE SOCIO DE TALLERES"
Los cordobeses le pusieron onda, sino vean los comentarios
viernes, 29 de mayo de 2009
mieeeeeeeedddoooo
esto es re viejito y no sé por qué no lo puse acá, les prometo que van a decirwaaaaaww
http://www.launiondigital.com.ar/index.php?module=displaystory&story_id=33196&format=html
http://www.launiondigital.com.ar/index.php?module=displaystory&story_id=33196&format=html
jueves, 28 de mayo de 2009
jueves, 7 de mayo de 2009
help
Hay detenidos por pintar hojas de marihuana en una pared
Se trata de dos adolescentes de 15 y 18 años de Rosario de Lerma. Otros cuatro adolescentes que los acompañaban huyeron al ver la policía. Enfrentarán una causa por apología del consumo de droga.
La nota completa está acá
Increíble... si tenés una remera con una chala te meten en cana!
que alguien haga algo!
Se trata de dos adolescentes de 15 y 18 años de Rosario de Lerma. Otros cuatro adolescentes que los acompañaban huyeron al ver la policía. Enfrentarán una causa por apología del consumo de droga.
La nota completa está acá
Increíble... si tenés una remera con una chala te meten en cana!
que alguien haga algo!
viernes, 24 de abril de 2009
jueves, 23 de abril de 2009
intuición + conozca a su perro y cague al chorro
lunes, 13 de abril de 2009
choreo de Crítica
Darío Aranda es un periodista tan bueno que le afanan con ganas. Vean, si no:
“El lado oscuro del boom de la soja”.
Título. Página12. 31 de marzo 08. Autor: Darío Aranda
“...El lado más oscuro del boom de la soja...”
Bajada. Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica. Autores: Mauro Federico y Claudio Mardones
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“La soja sembrada en el país ocupa 16,6 millones de hectáreas de diez provincias y tiene nombre y apellido: “Soja RR”, de la empresa Monsanto. Se llama así porque es “Resistente al Roundup”, nombre comercial del glifosato. El químico se aplica en forma líquida sobre las malezas, que absorben el veneno y mueren en pocos días. Lo único que crece en la tierra rociada es soja transgénica, modificada en laboratorio.”
Página12. 8 de abril de 08.
“Argentina es el segundo exportador mundial sojero y en diez provincias ya hay 16,6 millones de hectáreas sembradas con “soja RR”. “RR” significa “Roundup ready”, es decir “Resistente al Roundup”, nombre comercial del glifosato, un herbicida que se aplica en forma líquida sobre malezas que absorven el veneno y mueren en pocos días. Gracias a eso, lo único que crece en la tierra rociada es soja transgénica, es decir modificada genéticamente.”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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“Los campos argentinos fueron rociados el último año con 165 millones de litros del cuestionado herbicida. Un volumen similar al contenido en 330 mil tanques de agua hogareños.”
Página12. 8 de abril de 08.
“Los campos argentinos fueron rociados el último año con 165 millones de litros del cuestionado herbicida. Un volumen similar al contenido en 330 mil tanques de agua hogareños.”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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“San Cristóbal es un poblado de quince mil habitantes en el norte de Santa Fe. En agosto de 2005, el intendente Edgardo Martino denunció que en el primer semestre del año se habían producido once nacimientos con malformaciones congénitas, y tres habían fallecido a los pocos días. También advirtió la existencia de otros tres casos en localidades vecinas. No aventuraba causas posibles, pero reconocía que todas las acusaciones apuntaban a las plantaciones de soja -y los agrotóxicos utilizados-, que habían crecido de forma exponencial en la última década.”
Página12. 8 de abril de 08.
“San Cristóbal es un poblado de quince mil habitantes en el norte de Santa Fe. En agosto de 2005, el intendente Edgardo Martino denunció que en el primer semestre del año se habían nacido once bebés con malformaciones congénitas, y tres habían fallecido a los pocos días. También advirtió la existencia de otros tres casos en localidades vecinas. No aventuraba causas posibles, pero reconocía que todas las acusaciones apuntaban a las plantaciones de soja -y los agrotóxicos utilizados-, que habían crecido de forma exponencial en la última década.”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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“Monsanto es la empresa de agronegocios más grande del mundo, con ventas en 2006 por 4476 millones de dólares, controla el 20 por ciento del mercado de semillas (...) En Argentina, Monsanto cuenta desde 1956 con una fábrica en Zárate (Buenos Aires)... ... Publicidad corporativa asegura que controla el 95 por ciento del mercado de la soja sembrada en el país”
Página12. 8 de abril de 08.
“Monsanto, la multinacional de agronegocios y biotecnología más grande del mundo, cuyas ventas en 2006 alcanzaron los 4476 millones de dólares (...) actualmente controla el 20 por ciento del mercado de semillas (...) Con presencia en el país desde 1956... ...posee el 95 por ciento del mercado sojero.”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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“El caso testigo fue el barrio Ituzaingó, en las afueras de Córdoba. Allí viven cinco mil personas, 200 de ellas padecen cáncer. El barrio, humilde, de casas bajas, está rodeado de monocultivo. Al este, norte y sur hay campos con soja, sólo separados por la calle (...) El relevamiento del GRR confirmó alergias respiratorias y de piel, enfermedades neurológicas, casos de malformaciones, espina bífida, malformaciones de riñón en fetos y embarazadas. En marzo de 2006, la Dirección de Ambiente municipal analizó la sangre de 30 chicos: en 23 había presencia de pesticidas”
Página12. 8 de abril de 08.
“El caso testigo fue el barrio Ituzaingó, en las afueras de Córdoba. Allí viven cinco mil personas, 200 de ellas padecen cáncer. El barrio, humilde, de casas bajas, está rodeado de monocultivo. Al este, norte y sur hay campos con soja, sólo separados por una calle. El relevamiento del GRR confirmó alergias respiratorias y de piel, enfermedades neurológicas, casos de malformaciones, espina bífida, malformaciones de riñón en fetos y embarazadas. En marzo de 2006, la Dirección de Ambiente municipal analizó la sangre de 30 chicos: en 23 había presencia de pesticidas”.
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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“Otro de los pueblos censados fue Monte Cristo, Córdoba, donde sobre una población de 5000 personas, entre 2003 y 2004 se registraron 37 casos oncológicos, 29 malformaciones congénitas e innumerables fumigaciones.”
Página12. 8 de abril de 08.
“Un récord nefasto lo ostenta Monte Cristo, donde sobre una población de 5000 personas, sólo entre 2003 y 2004, se registraron 37 casos oncológicos, 29 malformaciones congénitas e innumerables fumigaciones.”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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La familia Castillo vive en Quimilí (...) trabaja esa chacra desde hace cinco décadas y no duda en la causa de sus males: miran al campo vecino, millares de hectáreas con soja, y señalan una avioneta bimotor que fumiga con veneno”
Página12. 8 de abril de 08.
“La familia Castillo vive en Quimilí, trabaja una chacra desde hace cinco décadas (...) A la hora de buscar las causas, miran al campo vecino, millares de hectáreas con soja, y señalan una avioneta bimotor que fumiga con veneno”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
“El lado oscuro del boom de la soja”.
Título. Página12. 31 de marzo 08. Autor: Darío Aranda
“...El lado más oscuro del boom de la soja...”
Bajada. Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica. Autores: Mauro Federico y Claudio Mardones
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“La soja sembrada en el país ocupa 16,6 millones de hectáreas de diez provincias y tiene nombre y apellido: “Soja RR”, de la empresa Monsanto. Se llama así porque es “Resistente al Roundup”, nombre comercial del glifosato. El químico se aplica en forma líquida sobre las malezas, que absorben el veneno y mueren en pocos días. Lo único que crece en la tierra rociada es soja transgénica, modificada en laboratorio.”
Página12. 8 de abril de 08.
“Argentina es el segundo exportador mundial sojero y en diez provincias ya hay 16,6 millones de hectáreas sembradas con “soja RR”. “RR” significa “Roundup ready”, es decir “Resistente al Roundup”, nombre comercial del glifosato, un herbicida que se aplica en forma líquida sobre malezas que absorven el veneno y mueren en pocos días. Gracias a eso, lo único que crece en la tierra rociada es soja transgénica, es decir modificada genéticamente.”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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“Los campos argentinos fueron rociados el último año con 165 millones de litros del cuestionado herbicida. Un volumen similar al contenido en 330 mil tanques de agua hogareños.”
Página12. 8 de abril de 08.
“Los campos argentinos fueron rociados el último año con 165 millones de litros del cuestionado herbicida. Un volumen similar al contenido en 330 mil tanques de agua hogareños.”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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“San Cristóbal es un poblado de quince mil habitantes en el norte de Santa Fe. En agosto de 2005, el intendente Edgardo Martino denunció que en el primer semestre del año se habían producido once nacimientos con malformaciones congénitas, y tres habían fallecido a los pocos días. También advirtió la existencia de otros tres casos en localidades vecinas. No aventuraba causas posibles, pero reconocía que todas las acusaciones apuntaban a las plantaciones de soja -y los agrotóxicos utilizados-, que habían crecido de forma exponencial en la última década.”
Página12. 8 de abril de 08.
“San Cristóbal es un poblado de quince mil habitantes en el norte de Santa Fe. En agosto de 2005, el intendente Edgardo Martino denunció que en el primer semestre del año se habían nacido once bebés con malformaciones congénitas, y tres habían fallecido a los pocos días. También advirtió la existencia de otros tres casos en localidades vecinas. No aventuraba causas posibles, pero reconocía que todas las acusaciones apuntaban a las plantaciones de soja -y los agrotóxicos utilizados-, que habían crecido de forma exponencial en la última década.”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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“Monsanto es la empresa de agronegocios más grande del mundo, con ventas en 2006 por 4476 millones de dólares, controla el 20 por ciento del mercado de semillas (...) En Argentina, Monsanto cuenta desde 1956 con una fábrica en Zárate (Buenos Aires)... ... Publicidad corporativa asegura que controla el 95 por ciento del mercado de la soja sembrada en el país”
Página12. 8 de abril de 08.
“Monsanto, la multinacional de agronegocios y biotecnología más grande del mundo, cuyas ventas en 2006 alcanzaron los 4476 millones de dólares (...) actualmente controla el 20 por ciento del mercado de semillas (...) Con presencia en el país desde 1956... ...posee el 95 por ciento del mercado sojero.”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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“El caso testigo fue el barrio Ituzaingó, en las afueras de Córdoba. Allí viven cinco mil personas, 200 de ellas padecen cáncer. El barrio, humilde, de casas bajas, está rodeado de monocultivo. Al este, norte y sur hay campos con soja, sólo separados por la calle (...) El relevamiento del GRR confirmó alergias respiratorias y de piel, enfermedades neurológicas, casos de malformaciones, espina bífida, malformaciones de riñón en fetos y embarazadas. En marzo de 2006, la Dirección de Ambiente municipal analizó la sangre de 30 chicos: en 23 había presencia de pesticidas”
Página12. 8 de abril de 08.
“El caso testigo fue el barrio Ituzaingó, en las afueras de Córdoba. Allí viven cinco mil personas, 200 de ellas padecen cáncer. El barrio, humilde, de casas bajas, está rodeado de monocultivo. Al este, norte y sur hay campos con soja, sólo separados por una calle. El relevamiento del GRR confirmó alergias respiratorias y de piel, enfermedades neurológicas, casos de malformaciones, espina bífida, malformaciones de riñón en fetos y embarazadas. En marzo de 2006, la Dirección de Ambiente municipal analizó la sangre de 30 chicos: en 23 había presencia de pesticidas”.
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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“Otro de los pueblos censados fue Monte Cristo, Córdoba, donde sobre una población de 5000 personas, entre 2003 y 2004 se registraron 37 casos oncológicos, 29 malformaciones congénitas e innumerables fumigaciones.”
Página12. 8 de abril de 08.
“Un récord nefasto lo ostenta Monte Cristo, donde sobre una población de 5000 personas, sólo entre 2003 y 2004, se registraron 37 casos oncológicos, 29 malformaciones congénitas e innumerables fumigaciones.”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
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La familia Castillo vive en Quimilí (...) trabaja esa chacra desde hace cinco décadas y no duda en la causa de sus males: miran al campo vecino, millares de hectáreas con soja, y señalan una avioneta bimotor que fumiga con veneno”
Página12. 8 de abril de 08.
“La familia Castillo vive en Quimilí, trabaja una chacra desde hace cinco décadas (...) A la hora de buscar las causas, miran al campo vecino, millares de hectáreas con soja, y señalan una avioneta bimotor que fumiga con veneno”
Revista C / 5 de abril 09 – Diario Crítica
miércoles, 25 de marzo de 2009
periodistas no son todos
Rodolfo Walsh - Carta a mis amigos
Hoy se cumplen tres meses de la muerte de mi hija, María Victoria, después de un combate con las fuerzas del Ejército. Sé que la mayoría de aquellos que la conocieron la lloraron. Otros, que han sido mis amigos o me han conocido de lejos, hubieran querido hacerme llegar una voz de consuelo. Me dirijo a ellos para agradecerles pero también para explicarles cómo murió Vicki y por qué murió.
El comunicado del Ejercito que publicaron los diarios no difiere demasiado, en esta oportunidad, de los hechos. Efectivamente, Vicki era Oficial 2º de la Organización Montoneros, responsable de la Prensa Sindical, y su nombre de guerra era Hilda. Efectivamente estaba reunida ese día con cuatro miembros de la Secretaría Política que combatieron y murieron con ella.
La forma en que ingresó en Montoneros no la conozco en detalle. A la edad de 22 años, edad de su probable ingreso, se distinguía por decisiones firmes y claras. Por esa época empezó a trabajar en el Diario "La Opinión" y en un tiempo muy breve se convirtió en periodista. El periodismo no le interesaba. Sus compañeros la eligieron delegada sindical. Como tal debió enfrentar en un conflicto difícil al director del diario, Jacobo Timerman, a quien despreciaba profundamente. El conflicto se perdió y cuando Timerman empezó a denunciar como guerrilleros a sus propios periodistas, ella pidió licencia y no volvió más.
Fue a militar a una villa miseria. Era su primer contacto con la pobreza extrema en cuyo nombre combatía. Salió de esa experiencia convertida a un ascetismo que impresionaba. Su marido, Emiliano Costa, fué detenido a principios de 1975 y no lo vio más. La hija de ambos nació poco después. EL último año de mi hija fue muy duro. El sentido del deber la llevó a relegar toda gratificación individual, a empeñarse mucho más allá de sus fuerzas físicas. Como tantos muchachos que repentinamente se volvieron adultos, anduvo a los saltos, huyendo de casa en casa. No se quejaba, sólo su sonrisa se volvía un poco más desvaída. En las últimas semanas varios de sus compañeros fueron muertos: no pudo detenerse a llorarlos. La embargaba una terrible urgencia por crear medios de comunicación en el frente sindical que era su responsabilidad.
Nos veíamos una vez por semana; cada quince días. Eran entrevistas cortas, caminando por la calle, quizás diez minutos en el banco de una plaza. Hacíamos planes para vivir juntos, para tener una casa donde hablar, recordar, estar juntos en silencio. Presentíamos, sin embargo, que eso no iba a ocurrir, que uno de esos fugaces encuentros iba a ser el último, y nos despedimos simulando valor, consolándonos de la anticipada pérdida.
Mi hija estaba dispuesta a no entregarse con vida. Era una decisión madurada, razonada. Conocía, por infinidad de testimonios, el trato que dispensan los militares y marinos a quienes tienen la desgracia de caer prisioneros: el despellejamiento en vida, la mutilación de miembros, la tortura sin límite en el tiempo ni en el método, que procura al mismo tiempo la degradación moral, la delación. Sabía perfectamente que en una guerra de esas características, el pecado no era hablar, sino caer. Llevaba siempre encima la pastilla de cianuro -la misma con la que se mató nuestro amigo Paco Urondo-, con la que tantos otros han obtenido una última victoria sobre la barbarie.
El 28 de septiembre, cuando entró en la casa de la calle Corro, cumplía 26 años. Llevaba en sus brazos a su hija porque en último momento no encontró con quién dejarla. Se acostó con ella, en camisón. Usaba unos absurdos camisones largos que siempre le quedaban grandes.
A las siete del 29 la despertaron los altavoces del Ejército, los primeros tiros. Siguiendo el plan de defensa acordado, subió a la terraza con el secretario político Molina, mientras Coronel, Salame y Beltrán respondían al fuego desde la planta baja. He visto la escena con sus ojos: la terraza sobre las casas bajas, el cielo amaneciendo, y el cerco. El cerco de 150 hombres, los FAP emplazados, el tanque. Me ha llegado el testimonio de uno de esos hombres, un conscripto: "El combate duró más de una hora y media. Un hombre y una muchacha tiraban desde arriba, nos llamó la atención porque cada vez que tiraban una ráfaga y nosotros nos zambullíamos, ella se reía."
He tratado de entender esa risa. La metralleta era una Halcón y mi hija nunca había tirado con ella, aunque conociera su manejo, por las clases de instrucción. Las cosas nuevas, sorprendentes, siempre la hicieron reír. Sin duda era nuevo y sorprendente para ella que ante una simple pulsación del dedo brotara una ráfaga y que ante esa ráfaga 150 hombres se zambulleran sobre los adoquines, empezando por el coronel Roualdes, jefe del operativo. A los camiones y el tanque se sumó un helicóptero que giraba alrededor de la terraza, contenido por el fuego. "De pronto -dice el soldado- hubo un silencio. La muchacha dejó la metralleta, se asomó de pie sobre el parapeto y abrió los brazos. Dejamos de tirar sin que nadie lo ordenara y pudimos verla bien. Era flaquita, tenía el pelo corto y estaba en camisón. Empezó a hablarnos en voz alta pero muy tranquila. No recuerdo todo lo que dijo. Pero recuerdo la última frase, en realidad no me deja dormir. -Ustedes no nos matan -dijo-, nosotros elegimos morir. Entonces ella y el hombre se llevaron una pistola a la sien y se mataron enfrente de todos nosotros." Abajo ya no había resistencia. El coronel abrió la puerta y tiró una granada. Después entraron los oficiales. Encontraron una nena de algo más de un año, sentadita en una cama, y cinco cadáveres.
En el tiempo transcurrido he reflexionada sobre esa muerte. Me he preguntado si mi hija, si todos los que mueren como ella, tenían otro camino. La respuesta brota desde lo más profundo de mi corazón y quiero que mis amigos la conozcan. Vicki pudo elegir otros caminos que eran distintos sin ser deshonrosos, pero el que eligió era el más justo, el más generoso, el más razonado. Su lúcida muerte es una síntesis de su corta, hermosa vida. No vivió para ella, vivió para otros, y esos otros son millones. Su muerte sí, su muerte fue gloriosamente suya, y en ese orgullo me afirmo y soy quien renace de ella. Esto es lo que quería decirle a mis amigos y lo que desearían que ellos transmitieran a otros por los medios que su bondad les dicte.
Hoy se cumplen tres meses de la muerte de mi hija, María Victoria, después de un combate con las fuerzas del Ejército. Sé que la mayoría de aquellos que la conocieron la lloraron. Otros, que han sido mis amigos o me han conocido de lejos, hubieran querido hacerme llegar una voz de consuelo. Me dirijo a ellos para agradecerles pero también para explicarles cómo murió Vicki y por qué murió.
El comunicado del Ejercito que publicaron los diarios no difiere demasiado, en esta oportunidad, de los hechos. Efectivamente, Vicki era Oficial 2º de la Organización Montoneros, responsable de la Prensa Sindical, y su nombre de guerra era Hilda. Efectivamente estaba reunida ese día con cuatro miembros de la Secretaría Política que combatieron y murieron con ella.
La forma en que ingresó en Montoneros no la conozco en detalle. A la edad de 22 años, edad de su probable ingreso, se distinguía por decisiones firmes y claras. Por esa época empezó a trabajar en el Diario "La Opinión" y en un tiempo muy breve se convirtió en periodista. El periodismo no le interesaba. Sus compañeros la eligieron delegada sindical. Como tal debió enfrentar en un conflicto difícil al director del diario, Jacobo Timerman, a quien despreciaba profundamente. El conflicto se perdió y cuando Timerman empezó a denunciar como guerrilleros a sus propios periodistas, ella pidió licencia y no volvió más.
Fue a militar a una villa miseria. Era su primer contacto con la pobreza extrema en cuyo nombre combatía. Salió de esa experiencia convertida a un ascetismo que impresionaba. Su marido, Emiliano Costa, fué detenido a principios de 1975 y no lo vio más. La hija de ambos nació poco después. EL último año de mi hija fue muy duro. El sentido del deber la llevó a relegar toda gratificación individual, a empeñarse mucho más allá de sus fuerzas físicas. Como tantos muchachos que repentinamente se volvieron adultos, anduvo a los saltos, huyendo de casa en casa. No se quejaba, sólo su sonrisa se volvía un poco más desvaída. En las últimas semanas varios de sus compañeros fueron muertos: no pudo detenerse a llorarlos. La embargaba una terrible urgencia por crear medios de comunicación en el frente sindical que era su responsabilidad.
Nos veíamos una vez por semana; cada quince días. Eran entrevistas cortas, caminando por la calle, quizás diez minutos en el banco de una plaza. Hacíamos planes para vivir juntos, para tener una casa donde hablar, recordar, estar juntos en silencio. Presentíamos, sin embargo, que eso no iba a ocurrir, que uno de esos fugaces encuentros iba a ser el último, y nos despedimos simulando valor, consolándonos de la anticipada pérdida.
Mi hija estaba dispuesta a no entregarse con vida. Era una decisión madurada, razonada. Conocía, por infinidad de testimonios, el trato que dispensan los militares y marinos a quienes tienen la desgracia de caer prisioneros: el despellejamiento en vida, la mutilación de miembros, la tortura sin límite en el tiempo ni en el método, que procura al mismo tiempo la degradación moral, la delación. Sabía perfectamente que en una guerra de esas características, el pecado no era hablar, sino caer. Llevaba siempre encima la pastilla de cianuro -la misma con la que se mató nuestro amigo Paco Urondo-, con la que tantos otros han obtenido una última victoria sobre la barbarie.
El 28 de septiembre, cuando entró en la casa de la calle Corro, cumplía 26 años. Llevaba en sus brazos a su hija porque en último momento no encontró con quién dejarla. Se acostó con ella, en camisón. Usaba unos absurdos camisones largos que siempre le quedaban grandes.
A las siete del 29 la despertaron los altavoces del Ejército, los primeros tiros. Siguiendo el plan de defensa acordado, subió a la terraza con el secretario político Molina, mientras Coronel, Salame y Beltrán respondían al fuego desde la planta baja. He visto la escena con sus ojos: la terraza sobre las casas bajas, el cielo amaneciendo, y el cerco. El cerco de 150 hombres, los FAP emplazados, el tanque. Me ha llegado el testimonio de uno de esos hombres, un conscripto: "El combate duró más de una hora y media. Un hombre y una muchacha tiraban desde arriba, nos llamó la atención porque cada vez que tiraban una ráfaga y nosotros nos zambullíamos, ella se reía."
He tratado de entender esa risa. La metralleta era una Halcón y mi hija nunca había tirado con ella, aunque conociera su manejo, por las clases de instrucción. Las cosas nuevas, sorprendentes, siempre la hicieron reír. Sin duda era nuevo y sorprendente para ella que ante una simple pulsación del dedo brotara una ráfaga y que ante esa ráfaga 150 hombres se zambulleran sobre los adoquines, empezando por el coronel Roualdes, jefe del operativo. A los camiones y el tanque se sumó un helicóptero que giraba alrededor de la terraza, contenido por el fuego. "De pronto -dice el soldado- hubo un silencio. La muchacha dejó la metralleta, se asomó de pie sobre el parapeto y abrió los brazos. Dejamos de tirar sin que nadie lo ordenara y pudimos verla bien. Era flaquita, tenía el pelo corto y estaba en camisón. Empezó a hablarnos en voz alta pero muy tranquila. No recuerdo todo lo que dijo. Pero recuerdo la última frase, en realidad no me deja dormir. -Ustedes no nos matan -dijo-, nosotros elegimos morir. Entonces ella y el hombre se llevaron una pistola a la sien y se mataron enfrente de todos nosotros." Abajo ya no había resistencia. El coronel abrió la puerta y tiró una granada. Después entraron los oficiales. Encontraron una nena de algo más de un año, sentadita en una cama, y cinco cadáveres.
En el tiempo transcurrido he reflexionada sobre esa muerte. Me he preguntado si mi hija, si todos los que mueren como ella, tenían otro camino. La respuesta brota desde lo más profundo de mi corazón y quiero que mis amigos la conozcan. Vicki pudo elegir otros caminos que eran distintos sin ser deshonrosos, pero el que eligió era el más justo, el más generoso, el más razonado. Su lúcida muerte es una síntesis de su corta, hermosa vida. No vivió para ella, vivió para otros, y esos otros son millones. Su muerte sí, su muerte fue gloriosamente suya, y en ese orgullo me afirmo y soy quien renace de ella. Esto es lo que quería decirle a mis amigos y lo que desearían que ellos transmitieran a otros por los medios que su bondad les dicte.
miércoles, 11 de febrero de 2009
cri cri cri
Hay reinas de la vendimia, del pomelo, del salame y de lo que te imagines. En Mendoza apareció una reina que no se destacó por pelearse con el municipio, ni por querer ayudar a los pobres. La mina apareció en fotos que algunos vieron como eróticas y se armó un revuelo. Las imágenes son bizarras si te ponés a mirar bien: por la ropa que usa la chica,
Pero éstas me dejaron pensando
por el lugar...
Pero éstas me dejaron pensando
uh mami! se robaron la cale!
"La verdad es que no lo podemos creer. Como la calesita era antigua tenía mucho metal, era pesada, una verdadera reliquia que además funcionaba bárbaro, pero desapareció y nadie sabe dónde está. Parece mentiras...", le dijo un vecino al diario El Día
martes, 3 de febrero de 2009
lunes, 2 de febrero de 2009
definiciones
-Vení vení vení que esto es muy importante, me dijo.
Él tenía un cuchillo en la mano. Me fui acercando con pasos lentos.
-Es en serio, boluda.
Me señaló un brillo de humedad en el cuchillo.
-Un cuchillo sucio de picar… está sucio?
Supongo que puse cara de má sí, porque él lo tiró en el secaplatos y nos fuimos a hacer una.
Él tenía un cuchillo en la mano. Me fui acercando con pasos lentos.
-Es en serio, boluda.
Me señaló un brillo de humedad en el cuchillo.
-Un cuchillo sucio de picar… está sucio?
Supongo que puse cara de má sí, porque él lo tiró en el secaplatos y nos fuimos a hacer una.
jueves, 29 de enero de 2009
miércoles, 28 de enero de 2009
moderación de comments
Lástima que no me pasó lo de Ringo que al menos tenía algo de gracioso. A mí cualquier pichijuela me vuelve fusiladora en un toque. No de la Libertadora, obvio.
A chuparla! y si a alguno le gusta, a beberla.
A chuparla! y si a alguno le gusta, a beberla.
martes, 27 de enero de 2009
se te cayó un link
Salvo los vínculos de la derecha no estoy leyendo blogs, pero cuando me choco con el de Protervo siempre digo "qué bueno que está". Caídos de la rama, dirigirse aquí
Conozco una mina que miente hasta cuando no es necesario. Más que zarpado es impresionante. Hay un momento en que la expresión se le vuelve de piedra y es capaz de relatar conversaciones que nunca existieron. "Yo le dije a (ponele) dios que tal cosa... Y dios no se animó a responderme... pero ya está todo bien... pero que le quede claro que..." etcétera.
Yo nunca le digo que no le creo. Me atrapa ver cómo lo hace.
Yo nunca le digo que no le creo. Me atrapa ver cómo lo hace.
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