jueves, 23 de abril de 2009

talento para la horribilitud


1 comentario:

Ajenjo dijo...

Que poca elegancia para la última acción terrenal.
¿donde quedó aquello de vestirse elegantemente, tomar una buena cena, y encontrar a la parca luego de un vasito de cicuta, escuchando una opera de verdi a volumen considerable a mitad de la madrugada?